El tan esperado y anunciado “homenaje oficial” llamado “Eternamente Juan Gabriel, vive la experiencia“, producido por su hijo y heredero universal Iván Aguilera, se realizó el pasado sábado 18 de febrero en el Centro Dinámico Pegaso, y el cual, fue un rotundo fracaso.
Desde la llegada a Toluca, la mala coordinación de la policía federal con la policía de tránsito, hicieron que los asistentes al evento se enojaran tanto por el caos vial, que las bocinas de los autos no dejaban de sonar.
El costo del estacionamiento fue de $150 pesos, los cuales se cobraban a la entrada del mismo, el cual, es una terracería gigante llena de abejas. La descomunal entrada al lugar, no dejaba en claro en dónde se encontraban tanto la exposición de los trajes del Divo de Juárez, como los souvenirs del evento; sólo dejaban ver los accesos al lugar, así como los food trucks, dónde un simple sandwich costaba más de 40 pesos.
concierto homenaje eternamente juan gabriel
En todas partes podíamos notar mantas que anunciaban wi-fi gratis (la señal celular en el lugar no era buena) llamada “EternamenteJG” a la cual, nunca nadie pudo accsesar.
Los realizadores del evento puntalizaron más de una vez, que el mismo comenzaría a las 18:00 horas, cosa que no sucedió, ya que esperaban que la gente llegara: el área de $15,000 pesos ($737 dólares) se encontraba a un 30% de capacidad, y el lugar en general a un 40%. El Centro Dinámico Pegaso tiene capacidad para 40 mil personas, y al homenaje sólo acudieron cerca de 15 a 19 mil.
A las 18:39 horas, un reloj apareció en una de las pantallas, anunciando que faltaban 7 minutos para que el concierto comenzara, entre gente que compraba cerveza, se iban a los food trucks, y por supuesto, la gente seguía sin llegar. Cuando al fin llegó la hora, el público lanzó un ahogado grito, mientras comenzaba la overtura por parte de la orquesta de Juan Gabriel, liderada por Rodrigo Macías y el pequeño Judá Elohim deleitó a los presentes con su dulce voz.
Fue David Bisbal quien abrió con el tema “Insensible” y ofreció unas palabras antes de iniciar su interpretación. “Espero que disfruten este magnifico homenaje a Juan Gabriel”. El público recibió al español como el clima: frío. Después apareció en el escenario India para interpretar “De mi enamórate”, para que luego así llegara Emmanuel, quien arrancó desde los abucheos hasta las carcajadas o caras serias al interpretar “Pero que necesidad” completamente desafinado.
India en Eternamente Juan Gabriel
Pasó más de hora y media y el recinto seguía sin llenarse, por lo cual el ambiente no se encendía. La temperatura bajaba así como el ánimo de los presentes; bailarines y orquesta más que excelentes, no así el repertorio escogido ni el cartel que no lograron más que aplausos tibios de algunas perosnas. Así mismo, la actuación de Shaila Dúrcal e India, tibias y sin chiste.
Así lució por mas de hora y media el recinto
Yuridia entró al escenario con más aplausos, y cantó “La muerte del palomo” en dónde notamos que el frío estaba haciendo estragos en los cantantes al cantar con uno que otro “gallo”. La presentación de la sinaloense fue fría y desangelada.
Así pasaban artistas sin pena ni gloria cantando baladas, cosa que al público lo estaba haciendo bostezar; ni Yuri con una gran voz logró arrancar aplausos masivos, hasta que llegó Andrea Bocelli a cantar los temas favoritos de Juan Gabriel “Bésame Mucho”, “Quizás” y “Por ti volaré”.
El público despertó cuando el colombiano Juanes llegó a escena para cantar “Querida”, y de pronto alguien dijo, “¡Ahí está el holograma!” y fue cuando los asistentes se pusieron de pie, para ver un holograma proyectado hasta el fondo de un escenario descomunal, que no se veía. Ni la gente que pagó 15 mil pesos (50 mil, si, 50 mil pesos en la re-venta) pudo ver con claridad el mentado holograma; ataviado como en el video clip de 1984, con pantalones blancos y un suéter rojo, en medio de muchas velas proyectadas, apareció la dimituta imágen por la cual muchos asistieron al “homenaje oficial”; poder ver al divo re encarnado de forma digital, y se quedaron con las ganas puesto que el mismo fue un fiasco total. El actor que contrataron para moverse como Juan Gabriel, dejó mucho que desear; uno que otro pasito si se parecía, así como uno que otro movimiento.
Holograma de Juan Gabriel
Juanes inteligentemente, se movío hacía atrás para poder estar a la altura del Mini Juan Ga, y no se viera tan desfasada la altura. Mucho despliegue de dinero hizo Iván Aguilera para realizar dicho holograma, pero fue asesorado con las patas. Si los hologramas se proyectan desde varios ángulos, ¿porque no hacerlos móviles para verlo de cerca como los de Michael Jackson o Jenni Rivera? Sólo los que estuvieron en el escenario y los que lo vieron en los ensayos, supieron como lucía. Una decepción para todos los asistentes.
El que llegó después de horas a revivir el concierto que estaba por más aburrido y muerto, entre baches de varios minutos entre canción y canción, fue John Fogerty, cantante y guitarrista de Creedence, con quien Juan Gabriel iba a grabar un tema.
El cantante fue de los pocos que puso a bailar al público con un popurri de sus grandes éxitos para cerrar su participación con Have Yo Ever Seen The Rain, cover que Juan Gabriel hizo y que en este evento ambos cantaron juntos gracias al vídeo.
El que logró también que la gente gritará que cantara más y una ovación más sonora fue el gigante de la canción Pepe Aguilar, quien interpretó de una manera magistral en su segunda intervención “Yo no nací para amar” en una versión jazz.
Después, el Mini Juan Ga volvió a aparecer cantando “No tengo dinero”, número anunciado con Yuri, pero la jarocha no apareció. Lo que si, fue su micrófono abierto mientras ella gritaba enojada consignas para alguien que estaba con ella, y que todos los presentes escuchamos. Ataviado en un traje setentero blanco, Mini Juan Ga apareció para cantar completa la canción, y no sabemos la razón por la cual o Yuri no salió, o porqué la anunciaron a dueto, pero el número pasó sin pena ni gloria por lo explicado arriba: el holograma no se movía y se veía hasta el fondo del escenario. Tropiezo tras tropiezo.
Uno de los PEORES momentos de la noche, fue cuando el locutor y conductor del evento (el cual nos hizo sentir en un concierto de EXA o la Que Buena al anunciar a cada artista y cada canción, puesto que a veces no había intervensiones en video del Divo o algo que distrajera a la audiencia en los cambios de escenografía o montaje), nos pidiera el favor más ridículo del mundo: “Necesitamos que griten y aplaudan, recuerden que esto va a salir en un DVD y próximamente en televisión. ¿Que no se quieren ver en la tele?”y todo porque NADIE de los asistentes estaba emocionado, ni con ganas de seguir soportando el frío del lugar combinado con el fracaso de evento, por lo cual, muchos de los asistentes, y me refiero a de cientos en cientos, fueron abandonando la explanada a la mitad del evento.
Después de prendernos con Fogerty, el dueto mexicano Jesse & Joy lograron encender un poco más al respetable, así como el dueto de Yuri y Emmanuel interpetando “Caray”y el dueto conformado por Juanes y Jesse & Joy cantando “Hasta que te conocí”. Ni Kinky, ni las segundas apariciones de Bisbal, India, Yuridia (Que cantó “Abrázame muy fuerte” y de la cúal olvidó la letra) o Yuri, Aida Cuevas, así como Fernando de la Mora, o Natalia Lafourcade quien sólo apareció una vez cantando “Lentamente” a dueto con Juan Gabriel en las pantallas, con la flojera que la caracteriza, lograron que la audiencia se sintiera en un magno evento como el que se anunció.
Para finalizar, el otro momento NEFASTO de la noche, y para cerrarla con broche de oro, fue el momento en que comenzaron a sonar las notas del “Noa Noa”, razón por la que el poco público que quedaba se puso de pie a la voz de “¡Por fin, algo con ritmo!” y en vez de escuchar dicha melodía, escuchamos el himno del Estado de México, por lo cual, los abucheos no se dejaban de escuchar, así como veíamos gente que se volvía a sentar. Pasado el comercial, y después de que el Estado le diera sólo a Yuri y Emmanuel un reconocimiento por su carrera, que el hinmo se volvió el megamix con ahora si, el tema de aquella discoteca en dónde Alberto Aguilera hiciera sus pininos, para que el público se pusiera de pie y bailara junto al mariachi (quienes por cierto hicieron un muy buen acto de trompeta y guitarra flamencos *¿mariachi-españa?*) y se les quitara el frío de 1 grado centígrado que vivían a la voz de Luis Fonsi.
Al finalizar, llegó el tema del cierre “Amor Eterno”para darle paso a la tercera y última aparición de Mini Juan Ga, vestido de mariachi en color blanco (hueso, carne, marfil, quien sabe que color era puesto que no se veía) y casi todos los artistas salieran a cantar, no con él, no junto a él, sino, delante de él, en una pésima logística, ya que nadie pudo ahora si, ver a Mini Juan Ga, sólo los que estaban más atrás o por las pantallas.
Mientras todos cantaban, llegó el caos sonoro: se notó que no habían ensayado el número, puesto que muchos artistas no se sabían ni la tonada de “Amor Eterno”(Aunque usted no lo crea), y para acabarla, iban disparejos del playback de Juan Gabriel, evidenciando la falta de ensayo, cordinación y demás, logrando que de pronto todos se callaran para escuchar en que parte iban.
Y así fue que terminó la noche, entre pocos y muy fríos aplausos, gente molesta que salió “mentando” el haber asistido, y todo quedó en un intento de.
Una gran lección para Iván Aguilera, que siempre ha demostrado su desprecio para el pueblo de México, al hacer un concierto elitista, en un lugar equivocado, con la producción costosa pero inservible. El homenaje oficial más desafortunado que tendrá Alberto Aguilera Valadéz, clasista, con un cartel aburrido y un repertorio sin gracia, medios de comunicación vetados y otros que, no se si serán vendidos al decir que fue un éxito, sólo creo que ellos fueron a otro homenaje.
Aburrido, mal planeado, con un holograma que nadie pudo ver con claridad y que no despertó ningún sentimiento ya que parecía una proyección y con la desfachatez de anunciar “Vive la experiencia”, pero no dijeron de que, que fue la experiencia más gélida y aburrida que he visto en años. Que pena sentí por David Bisbal, un cantante de primer nivel, que se parte el alma cantando y que por el mal reprtorio, no arrancara una ovación merecida. Donde esté, el maestro debió llorar; el siempre tan puntual, tan preciso, tan show, tan Juan Gabriel.
Que diferencia hubiera sido algo bien planeado, con tiempo, en el Azteca y a precios populares… con artistas que hablaran de sus experiencias a lado de Juan Gabriel, artistas populares de más taquilla y que hayan tenido que ver con el maestro no sólo en su último disco de duertos… que decepción, que robo y que osadía… pero que vivan los “homenajes oficiales”, las demandas, los vetos y teatros cerrados… que viva eternamente Juan Gabriel.